8 cosas que dañan tu audición

A lo largo del día tenemos situaciones que pueden dañar nuestra audición y por lo tanto comprometer nuestra salud auditiva sin que realmente nos estemos dando cuenta de ello. Ser consciente, te ayudará a poder evitarlas en la medida de lo posible.


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Acciones que dañan tu audición

La audición es algo que deberíamos cuidar mucho más y mejor de lo que lo hacemos. Aunque creamos que velamos por nuestra audición y por nuestros oídos de una manera adecuada, existen muchos peligros de los que no somos realmente conscientes. Dicho de otro modo, en el día a día hay muchos elementos y acciones que pueden dañar nuestra audición sin que nos demos cuenta. Solo por nombrar algunos ejemplos, hemos elaborado este listado:


1.- Utilizar auriculares

Los auriculares pueden ser un elemento doblemente peligroso para nuestra audición. En primer lugar porque se puede estar expuesto de manera directa a un nivel de decibelios muy elevado, lo cual se traduce en trastornos y lesiones de la audición. Al mismo tiempo, los auriculares son elementos invasivos que se meten dentro del canal auditivo. Si no nos metemos los auriculares en el oído, no podremos escuchar, pero si los metemos demasiado profundo pueden llegar a alcanzar el tímpano. Si se produce esta situación, la ruptura de tímpano, con su consecuente lesión permanente de la audición, estaría presente durante el resto de nuestra vida. La solución que se recomienda es utilizar cascos para escuchar música, ya que aíslan mejor y no son intrusivos. Y, en el caso de optar por los auriculares, siempre se pueden colocar dentro del canal auditivo con sumo cuidado.


Dificultad al escuchar la televisión

2.- Ruidos al conducir

Aunque no lo parezca, la conducción puede ser muy estresante para un oído, ¿por qué? En un atasco de tráfico, se llegan a producir sonidos por encima de los 75 decibelios, una cifra superior a lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud. El sonido de los cláxones, el ruido de los motores... todo eso multiplicado por la cantidad de vehículos que pueda haber en un determinado punto de la carretera. El resultado total es muy elevado. Por mucho que estés dentro de tu coche, la audición se expone a este nivel acústico tan elevado y puede verse dañado.


3.- Andar por la ciudad

Una máxima similar se puede aplicar a los peatones y personas que pasean por una ciudad. En ocasiones, el ruido del tráfico y de los motores alcanza niveles muy elevados y perjudiciales para la audición. Si a esto se le suman elementos y acciones cotidianas del día a día en un paseo normal por una calle transitada: gritos, anuncios acústicos, música callejera, sirenas... No cabe duda de que la audición se somete a un riesgo constante.


4. Acudir a un concierto

Si te gusta salir de fiesta y/o asistir a conciertos, es muy probable que tus oídos puedan verse dañados. En este tipo de entornos, el nivel medio de decibelios está muy por encima de lo que se recomienda. La audición sufre mucho porque está expuesta de manera continuada a un volumen dañino y peligroso. En ocasiones, los cantantes y el resto de integrantes llevan tapones para oído especiales durante los conciertos. Ellos son muy conscientes de los peligros a los que se someten y porque quieren proteger su audición. Lo ideal sería asistir a conciertos con un volumen mucho menor, pero como la sociedad no lo demanda, hay que actuar de manera consciente y precavida ante tal situación. Si vas a un concierto, un consejo que te damos es no pasar más de 2 horas expuesto a este nivel acústico y dar una tregua de al menos 16 horas al oído después de este momento.


5.- Los gritos de los niños

Los niños suelen gritar con mayor frecuencia que los adultos. Algunos más y otros menos, pero no es un tópico. Lo hacen porque están jugando, porque están llorando, porque quieren llamar la atención... Sea por el motivo que sea, lo hacen y generan un nivel de decibelios que en ocasiones puede llegar a ser nocivo para la audición. Sobre todo si dicho sonido se produce muy cerca del oído.


Ruido de niños jugando

6.- Escuchar la televisión demasiado alta

Asimismo, cuando hablamos con una persona mayor que padece algún tipo de deficiencia auditiva, tendemos a gritarle para decirle algo. Lo mismo ocurriría si escuchamos la televisión a su lado, ya que es posible que el nivel acústico supere el nivel de decibelios aconsejable.


7.- Ruidos del entorno

Vivir cerca de algún lugar donde se produzca una fuente de sonido a nivel elevado y de manera habitual, también resulta dañino para la audición. Por ejemplo, un aeropuerto.


7.- Dormir con ruidos

Lo ideal es dormir en absoluto silencio, y no solo para descansar mejor, sino también para darle una tregua al oído tras un posible día a día intenso. Por tanto, dormir con ruidos es nocivo para la audición. Ya sea dormir con la televisión encendida, en medio de una zona de fiesta, cerca de una lavadora encendida, cuando alguien esté utilizando la aspiradora... Si no hay silencio total, la audición se expone a un peligro de mayor o de menor gravedad.


Corregir estos hábitos puede ayudar a evitar una pérdida de audición y todo aquello que resulte bueno para la salud, merece la pena intentarlo.



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