HipoAcusia ¿Qué es? Síntomas Tratamiento y Prevención

La Hipoacusia es una disminución de la sensibilidad auditiva que puede producirse en uno o en ambos oídos, y tanto de manera total como parcial. Etimológicamente, esta palabra procede del griego; literalmente, el prefijo hypo-, que significa «debajo»; la raíz okoyein, que se traduce como «oír»; y el sufijo -ia, que alude a una cualidad. Pero al juntar todo esto, se deduce que el término «hipoacusia» significa «nivel de audición bajo».
Audífonos para la Hipoacusia


Síntomas de la Hipoacusia

La mayoría de los Síntomas de la Hipoacusia tienen que ver con una Pérdida de la Audición, pero también puede adoptar otras formas. En cualquier caso, se pueden manifestar de las siguientes maneras:

  • El paciente tiene problemas para diferenciar sonidos agudos entre sí. La frecuencia sonora también afecta a las voces; en general, las voces de los hombres son más graves, lo cual no supone un problema, pero las voces de las mujeres tienden a ser más agudas, y esto sí que puede causar dificultades a la hora de comprender lo que dicen.
  • Cuesta seguir la conversación en un entorno ruidoso, por ejemplo en la mesa de un restaurante, en la terraza de un bar o en el interior de un centro comercial. Esto es porque se entremezclan diversas señales sonoras.

  • Conversación en entornos ruidosos
  • Te cuesta entender aquello que te dicen, por lo que tiendes a pedir que te lo repitan o, directamente, respondes mal a las preguntas que te formulan.
  • La persona que padece Hipoacusia siente que algunos sonidos son demasiado fuertes en uno de los oídos, sin que realmente lo sean. Lo cual crea una molestia y una valoración incorrecta de la realidad.
  • Hay una sensación de presión en el oído que resulta molesta para el paciente, sobre todo cuando se produce de manera prolongada.
  • Se puede llegar a sufrir acúfenos o tinnitus, que es una patología que provoca el zumbido o el ruido, de manera más o menos constante, en los oídos. Por tanto, estamos hablando de un otra enfermedad auditiva que termina causando hipoacusia.
  • También es posible padecer otras patologías como el neuroma acústico o la enfermedad de Ménière, los cuales provocan mareos, vértigos y la sensación de pérdida del equilibrio.

Principales Causas de la Hipoacusia

¿Por qué la gente padece hipoacusia? Los motivos son muy diversos, incluso a veces se produce por una combinación de ellos; pero estos son los más habituales:

  • Edad avanzada. A medida que envejecemos, es inevitable que el cuerpo comience a deteriorarse. El caso de los oídos no es una excepción, por eso se va perdiendo audición progresivamente. A partir de los 65 años, la edad va haciendo mella y las personas son más propensas a padecer una hipoacusia. No obstante, el oído de ciertas personas comienza a perder audición desde los 50 años.

  • Presbiacusia y Audífonos
  • Genética. La genética cumple un papel clave. Una mutación en el gen conexina 26 puede provocar la pérdida parcial en alguno de los oídos.
  • Infecciones en el oído. Hay que tener mucho cuidado con las infecciones porque algunas, como por ejemplo una otitis infantil que no se trate debidamente, pueden tener consecuencias muy graves para el oído. Para evitar que las bacterias y los virus puedan provocar determinadas infecciones, es fundamental llevar una buena higiene auditiva.
  • Exposición a Ruidos Altos con frecuencia. Los hábitos del día a día también son muy importantes, no es lo mismo vivir en un entorno tranquilo y en medio de la naturaleza... que trabajar en una obra de día y frecuentar discotecas por la noche. El nivel de decibelios al que nos exponemos, y la protección que utilizamos para hacerle frente, son muy importantes para prevenir esta patología que puede afectar a uno o a ambos oídos.

  • Obras ruidosas
  • Exceso de cerumen en los oídos. El exceso de cerumen puede reducir la capacidad auditiva de una persona de manera temporal, pero en algunos casos también de forma irreversible. Por tanto, el hecho de que el oído segregue una gran cantidad de cerumen puede ser otro de los factores relacionados con la hipoacusia, si esto no se trata como es debido.
  • Tabaco y Alcohol en exceso. El tabaco y el alcohol, si se consumen en exceso, provocan efectos nocivos en el cuerpo humano. Pero no solo se producen enfermedades como el cáncer de pulmón o la cirrosis, ya que éstos productos también pueden dañar los oídos y causar la pérdida parcial o total de la audición.
  • Ostosclerosis. La otosclerosis es una patología que afecta a la movilidad de los tres huesecillos del oído medio, principalmente al estribo. Esto merma la recepción de las vibraciones y, por tanto, afecta de manera negativa a la audición.
  • Bruxismo. El bruxismo, una patología que genera una gran tensión en la mandíbula, puede llevar a mermar la capacidad auditiva de una persona. Esto se debe a un exceso de presión en la boca, una zona estrechamente vinculada al oído.

¿Cómo se puede Detectar la Hipoacusia?

La Hipoacusia se puede detectar mediante una prueba específica, la cual se realiza siempre que el paciente haya notado algunos de los síntomas que hemos indicado anteriormente o cuando un experto en salud tenga dudas sobre esta posibilidad y quiera corroborarlo para dar un diagnóstico fiable. Estos son las dos maneras más habituales para detectar la hipoacusia.


Audiometría o examen de audición

La Audiometría se trata de un análisis para evaluar la pérdida de audición a diferentes frecuencias sonoras. Para ello el especialista se encarga de emitir sonidos a diferentes frecuencias y decibelios mientras el paciente indica qué escucha y qué no. Esto sirve para medir el umbral del sonido al que se puede escuchar. Si no se escuchan los sonidos inferiores a un determinado rango, es posible que se padezca hipoacusia y que haya que tratarla lo antes posible.


Impedanciometría

La Impedanciometría sirve para evaluar la reacción del oído medio ante determinados estímulos sonoros, así como la integridad y la movilidad de la membrana timpánica y la eficacia de los huesecillos del oído: el martillo, el yunque y el estribo. El proceso es muy simple e indoloro, tan solo hay que introducir una pequeña sonda en el oído interno para sellarlo por completo. Se genera una pequeña presión que provoca un impulso eléctrico, cuyo resultado se evalúa para analizar si hay algún problema auditivo.


¿Cómo se previene la Hipoacusia?

La hipoacusia puede aparecer en cualquier rango de edad, ya sea en niños, en adultos o en ancianos. Por tanto, nadie debe descuidar sus hábitos, ya que ahí está la clave para evitar esta pérdida auditiva. Si se cumplen las siguientes prácticas de manera frecuente, se puede evitar, o al menos retrasar, este problema en los oídos.

  • Modera el volumen de la televisión y de cualquier otro dispositivo, como un reproductor de música. No es necesario escuchar una película o una serie a demasiados decibelios porque así fuerzas el tímpano en exceso. Es más, si escuchas sonidos bajos, entrenas el oído porque le obligas a hacer un pequeño esfuerzo que le repercute de manera positiva. Además, tras una recomendación de la OMS, algunos dispositivos tienen un limitador de volumen para no dañar el oído.

  • Evita escuchar Música demasiado alta
  • Vela por una higiene adecuada, la suciedad puede provocar infecciones, y las infecciones una pérdida de la audición o una hipoacusia.
  • No uses bastoncillos, introducir cualquier objeto extraño en el canal auditivo puede resultar muy nocivo. Si tienes un exceso de cerumen o picores en el canal auditivo, hay otras formas menos invasivas de solucionarlo.
  • Evita frecuentar entornos ruidosos, como por ejemplo salas de conciertos, discotecas o bares con música muy alta. Y si lo haces, aléjate todo lo posible de la fuente de sonido, es decir, de los altavoces.
  • Si trabajas en entornos donde se suela generar un nivel de decibelios muy elevado, por ejemplo si eres albañil en una obra, operario en la pista de despegue de un aeropuerto o DJ en una sala de ocio nocturno, debes llevar la protección necesaria para proteger tus oídos. Hay cascos especialmente pensados para estas situaciones en las que aislar los oídos lo mejor posible; aún así, debes tener en cuenta que no basta con esto, ya que además debes someterte a revisiones auditivas con mayor frecuencia, ya que se trata de una profesión de riesgo.
  • Mantén los oídos secos para prevenir infecciones relacionadas con hongos. Esto es más importante en el caso de los niños, ya que son más propensos a ello. Si practicas natación, debes usar tapones para los oídos con el fin de proteger el oído externo.
  • Al margen de que notes alguna molestia o pérdida de audición, debes someterte a una revisión periódica en ambos oídos. A partir de los 50 años, esta idea adquiere aún más importancia, ya que es la mejor forma de prevenir y de detectar a tiempo cualquier complicación que pueda convertirse en una sordera.
  • Mantén una alimentación sana, ya que todo lo que comemos puede repercutir de una manera positiva o negativa en nuestro organismo. Debes regular el nivel de pH y tomar alimentos alcalinos, como frutas, verduras, hortalizas, cereales, legumbres o frutos secos. Además debes moderar, si no es posible erradicar por completo, la ingesta de alcohol y el consumo de tabaco.

¿Qué tratamientos existen para curar la Hipoacusia?


Audífonos

La opción más habitual es el audífono. Se trata de un dispositivo que se coloca en la oreja para poder oír mejor. Este tratamiento resulta muy práctico y efectivo, además lo usa una gran parte de las personas con problemas de audición por su sencillez: solo debes llevarlo encima, no es necesario hacer nada más. El médico otorrino o el experto en salud auditiva es la persona que debe recomendar el uso de un audífono u otro, pero en función del tipo de audífono que se elija, éste tendrá unas funciones y características propias. Por si fuera poco, en el mercado también existen audífonos inalámbricos que puedes conectar y vincular con unos dispositivos especiales; de modo que el mundo de los audífonos está lleno de posibilidades.


Audífonos para tratar la hipoacusia

Implante Coclear

También existe otro tratamiento llamado implante coclear, el cual implica una cirugía. Consiste en la introducción de un transductor, un dispositivo que convierte las señales acústicas en eléctricas para estimular el nervio auditivo. Además cabe recalcar que existen varios tipos de implantes, pero la mayoría constan de dos partes: por un lado, hay un elemento interno que se implanta en el oído y que consta de un estimulador y de un receptor; y por el otro hay un dispositivo externo que cuenta con un micrófono, una antena y un procesador del lenguaje.

No importa qué tratamiento se escoja, la cuestión es que si padeces hipoacusia debes tratarla lo antes posible. De esta manera no solo podrás volver a oír y escuchar bien, sino que además frenarás el avance de esta patología. Por tanto, una detección y un tratamiento a tiempo, es igual de importante por la salud de tus oídos.


Tipos de Hipoacusia

Existen 3 tipos principales de sordera o de hipoacusia: la conductiva, la neurosensorial y la mixta. Cada una tiene unas características y afecta a una zona concreta del oído, pero estos son los principales aspectos que los describen:


Hipoacusia Conductiva

La Hipoacusia Conductiva afecta al oído medio y al oído externo porque hay algo que impide el paso de las ondas sonoras.


Hipoacusia Neurosensorial

Hay tanto una pérdida sensorial como una pérdida neural; la primera afecta al oído interno y la segunda al nervio auditivo.


Hipoacusia Mixta

Como su propio nombre indica, la Hipoacusia Mixta se trata de una combinación de patologías. En este caso, es una mezcla entre la hipoacusia conductiva y la neurosensorial; por tanto, afecta a todas las partes del oído: el interno, el medio y el externo.


TV demasiado alta

En resumen, la Hipoacusia es una patología que tiene que ver con la pérdida parcial o total de la audición. Sus causas son tan variadas como sus síntomas, en cualquier caso, siempre es posible prevenir, o al menos retrasar, su aparición. Y si padeces hipoacusia, debes someterte a un tratamiento, como el uso de audífonos, a la mayor brevedad posible para controlar el problema y no agravarlo. Eso sí, siempre será un médico especialista en audición el que tenga la última palabra y diagnostique el estado de tu oído y de tu audición.

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